¿Eres un experto en algo?

 

    ¿Eres bueno en hacer algo o incluso te consideras un experto

 en algún tema?  Piensa en esto. Es posible encontrar similitudes entre la manera en como adquirimos cierto nivel de dominio en algo y en la forma en como  adquirimos un segundo idioma.

    Conforme nos formamos en alguna habilidad o en algún campo del conocimiento desarrollamos diversos aspectos. Por ejemplo, cuando aprendemos a andar en bicicleta lo encontramos divertido e interesante, pero también requiere de constancia y determinación, incluso de perseverancia. Si sufrimos una caída, nos levantamos y seguimos. A un cierto nivel de desempeño, podríamos experimentar una ligera obsesión por el campo del ciclismo, el equipo, las técnicas, los ciclistas, etc. y empezamos a investigar más y a acercarnos con otras personas que nos pueden asesorar y aclarar las posibles dudas que tenemos. Poco a poco empezamos a encontrarle el gusto al mundo del ciclismo; lo experimentamos, lo disfrutamos y notamos sus beneficios como medio de entretenimiento y de mejora en nuestra salud. 

    Podríamos decir que cuando estudiamos un segundo idioma experimentamos un proceso de aprendizaje similar al aprender a andar en bicicleta. Podemos ver la adquisición de un segundo idioma como un pasatiempo divertido, pero además, descubrimos nuestro estilo de aprendizaje y aplicamos diversas estrategias para aprender algo en particular, lo que es bastante interesante. También debemos ser constantes y determinados; como dice el dicho popular, el que persevera alcanza. Es posible que en determinado momento podamos sentirnos desanimados y frustrados por la gran cantidad de información que debemos retener y procesar; sin embargo, podemos subsanar esas dificultades acercándonos a expertos que nos apoyen en aclarar dudas o incluso en enseñarnos cosas nuevas relacionadas con el idioma y/o con aspectos socioculturales que nos ayuden a entender el funcionamiento del idioma~

. Por lo que estamos en un ciclo constante donde practicamos, estudiamos, reflexionamos, corregimos y volvemos a practicar. Eventualmente obtenemos un nivel de desempeño satisfactorio y comenzamos a notar los beneficios que nos puede dar en nuestras habilidades comunicativas y de socialización en el idioma que aprendemos. 

Así, considera el tiempo que has invertido en lograr tu nivel de dominio en tu área de interés. Los pilotos de aviación miden su nivel de desempeño en el número de horas de vuelo que han hecho. Entonces, considera la inversión de tiempo que debes hacer para adquirir un nivel de desempeño relevante en el idioma que estás aprendiendo. Organiza tus actividades diarias y procura ser constante y determinado para aprovechar al máximo tu tiempo de estudio. 

 

Primera Clase de Enseñanza de Idioma

 

Una mañana de 1995 toqué a una puerta en la calle más bonita de mi ciudad para enseñar la que sería mi primera clase de español como segundo idioma. 

Dos señoras, que aunque no recuerdo ni su nombre ni su origen y solo las encontré un par de ocasiones, a partir de ese día con ellas supe que lo que quería hacer en mi vida era enseñar español como segundo idioma. ¿Cómo lo supe? ¡no lo sé! ni siquiera tenía una idea de cómo preparar un plan de clase con objetivos, warm up, desarrollo, y cierre. Ni de cómo hacer un balance de actividades para cubrir alguna habilidad en el idioma, o darle seguimiento con estrategias pedagógicas; tampoco nada de metodologías ni teorías de aprendizaje. ¡No sabía nada de nada! ¡Solo quería hacerlo! De alguna manera cubrí esa primera hora de enseñanza  con algunas ideas que llevaba y me contrataron para otras posteriores. 

Después de esa primera ocasión, vinieron otras personas y empecé a darme cuenta lo que era mi idioma nativo y la experiencia de enseñar un idioma en relación a mi propio aprendizaje de una lengua extranjera. Me gustó muchísimo desde el principio que ya han pasado los años y sigo descubriendo nuevas formas de enseñar y aprender un idioma; estrategias y técnicas diferentes para distintos estilos de aprendizaje; pero lo más importante, he conocido personas muy valiosas que me han dejado grandes enseñanzas. Varias de ellas son y serán parte importante de mi vida. 

Con el transcurso del tiempo me he formado profesionalmente en la docencia. Con diferentes cursos, diplomados, capacitaciones y estudios formales de licenciatura y posgrado que me han dado las bases teóricas sobre procesos de enseñanza aprendizaje. La preparación académica en combinación con la experiencia docente en diversas instalaciones educativas, públicas y privadas manejando clases uno a uno y en grupos. Es en esos momentos cuando observo situaciones que llaman mi atención para reflexionar en la mejora de estrategias pedagógicas, lo que es el objetivo de este espacio. 

¿Y tú? ¿Cómo iniciaste tu camino en la docencia? ¿Lo recuerdas?

Compárteme tu experiencia.