Cómo aprendí inglés

 

¿Qué cómo aprendí inglés? Es una pregunta que constantemente me hacen al saber que nunca he estado en el extranjero. Haciendo una historia larga corta puedo decir que aprendí primero por gusto y luego por necesidad. He aquí un poco de mi historia. 

Desde niña me gustó la idea de saber un idioma extranjero; me parecía fascinante el poder comunicarse con personas de culturas diferentes a la mía. Al igual que muchos estudiantes en México, el contenido de las clases de inglés en los 3 grados de secundaria y los 3 grados de preparatoria era exactamente el mismo en cada uno de los grados lo que resultaba desmotivante, pero aún con eso me seguía gustando el idioma. Cuando terminé la preparatoria, no tenía la oportunidad de seguir estudiando la universidad. Por esa razón, decidí aprender inglés con el propósito de conseguir un empleo como secretaria bilingüe o recepcionista en un hotel, pues al vivir en un pueblo turístico la oferta de algún empleo en turismo podría ser posible. Terminé 3 años en los cursos gratuitos de la biblioteca pública pero sin la habilidad de comunicarme con angloparlantes al haber tenido una instrucción meramente gramatical. Solía buscar recursos auténticos para practicar el idioma, como periódicos (los que había eran viejos), folletos, unos cuántos audios de un sistema para aprender inglés, pero nada de eso me hacía dar el paso a comunicarme. Fue hasta que empecé a buscar las oportunidades de conocer personas y vencí el miedo y la vergüenza para socializar que noté un progreso en mi habilidad de hablar y entender lo que me decían.

A través de los años he tenido la oportunidad de conocer personas maravillosas que me han apoyado a aprender. Personas desinteresadas que vieron en mi las ansías y el gusto por la adquisición del idioma. Me dieron el regalo de su tiempo, su paciencia, su atención, sus consejos y me abrieron el camino a seguir en mi vida. 

Soy muestra de que el aprendizaje autónomo funciona. Aprendí sin los recursos tecnológicos disponibles actualmente usando lo que podía.  Mi aprendizaje estuvo lleno de experiencias que impactaban directamente en lo que aprendía y cómo lo aprendía; desde sacar una cinta de audio de un cesto de basura y escucharla cien veces porque no había más recursos, hasta pedirle a alguien desconocido que me hiciera favor de hablar conmigo. A través de los años he tenido varios empleos relacionados con el idioma, vendedora de páginas web, administradora de casas habitación, asistente personal, cuidadora, profesora de español e inglés como idioma extranjero. Paradojas de la vida, nunca he sido ni secretaria bilingüe ni recepcionista de hotel. En todos esos empleos he aprendido el idioma en diferentes contextos y necesidades.    

Fue hasta que tuve un nivel avanzado que tomé algunos cursos de idioma en la Universidad del Valle de México con la finalidad de conseguir las constancias como evidencia de mi competencia. Años más tarde, refiné mis conocimientos y habilidades en inglés cursando la Licenciatura en la Enseñanza del Inglés en la Universidad de Guanajuato donde todas las materias eran impartidas en el segundo idioma. Era excelente leer, escribir, oír y hablar en inglés de temas interesantes relacionados con el aprendizaje y adquisición de idiomas con lo que me sentía identificada plenamente, además de sentir el ambiente del idioma extranjero en mi entorno. 

Han pasado muchos años y continuo aprendiendo constantemente. Siempre hay palabras, frases o expresiones que son nuevas. Aún en ocasiones siento que no puedo comunicar mis pensamientos como lo hago en mi idioma nativo. Todavía tengo dudas y la necesidad de corroborar alguna participación en inglés. Afortunadamente, el camino se ha facilitado con el uso de las TIC´s y ahora exploro nuevas formas de seguir aprendiendo el idioma y lo sigo disfrutando inmensamente. Definitivamente, aprender un idioma extranjero ha enriquecido mi vida enormemente.